YouTube es el diablo para el manager de Metallica

Así de gráfico ha sido Peter Mensch (mánager de Metallica, Muse y Red Hot Chili Peppers) en una entrevista con BBC Radio 4. Para él Youtube es el mismísimo demonio, el causante de la muerte de la industria musical.
“YouTube es el diablo. Si alguien no hace algo con YouTube estamos jodidos. Se acabó. Alguien va a apagar las luces. Es difícil que la gente pague por lo que han estado recibiendo de forma gratuita”.
Mensch, marido de la parlamentaria torie Louise Mensch, hizo estas declaraciones para un documental titulado ‘The Business of Music’ en referencia al modelo de negocio de YouTube, que se supone paga a los artistas una cuota por publicidad, y que él cree firmemente insostenible.
Se estima que sitios web de streaming como YouTube, SoundCloud y Daily Motion tienen 900 millones de usuarios en total y generan unos ingresos de 634 millones de dólares anuales según la IFPI (Federación Internacional de la Industria Fonográfica). 68 millones de personas pagan por suscripciones a servicios de música, lo que genera 2.000 millones de dólares para la industria.
Robert Kynci, director de Youtube, ha ido en otro sentido, acusando a los grandes sellos discográficos de no dar dinero a los artistas:
“Los artistas que han fichado directamente con YouTube están obteniendo grandes ganancias. No todo el mundo, pero si generas una gran cantidad de audiencia haces un montón de dinero. Hay muchos intermediarios, ya sean sociedades, editores o sellos, y lo que hacen es dar avances y quieren recuperarlos. Así que es muy difícil cuando no hay transparencia para el artista”.
“La gente que no tiene visibilidad es generalmente la que tiende a ser menos feliz. Si no tienes visibilidad completa, de algún modo serás más susceptible de pensar de forma negativa”.
¿Culpable de la decadencia de la industria musical el streaming e inocentes la discográficas? Complicado debate en el que lo más juicioso es huir de posturas maniqueas, porque Youtube ni es el demonio, ni es panacea. Y las discográficas – con su proverbial avaricia- no son, ni fueron jamás, ningunas hermanitas de la caridad.